Annie Leibovitz fotografía a Clint Eastwood: De mirada a mirada
Leibovitz fotografía Eastwood: dos titanes de la comunicación
Ante un momento de incertidumbre sobre el éxito de su próxima película “Four Seasons”, obra de género musical llevada al cine, Vanity Fair junta a dos Titanes de la Comunicación: Clint Eastwood reafirmará su marca recurriendo a Annie Leibovitz que en el siglo XX -XXI ha sido reconocida como la mejor y más prestigiosa creadora y consolidadora de marcas humanas.
En su apellido, el material fungible y maleable de la madera (Eastwood) que por herencia lleva como marca de agua familiar, y en la fotografía de Leibovitz, los grises metálicos del acero que unifican toda la composición y que atraviesan, de mirada a mirada, la historia condensada de un personaje duro, silencioso y frío.
Hay un juego de miradas entre dos titanes de la comunicación
EL RETO DE LA FOTOGRAFÍA DE EASTWOOD
Clint ha buscado a una mujer fuerte, que con su máquina sea capaz de aguantar con fuerza el reto que parece lanzar a la fotógrafa americana:
“Condensa en un segundo la historia de mi personaje, fúndelo con lo que desde siempre quiero decir sin palabras, reafirma mi identidad y además acuña con tu propio prestigio mi imagen.”
Annie Leibovitz llega al instante de comprensión, al momento necesario, y es en ese momento cuando aprieta el obturador. Previamente, ha habido un labor fundamental, que podemos observar en todos los trabajos de la fotógrafa; preparación para elegir el lugar, definir el atrezzo y vestuario y captar el momento preciso: Esta labor implica análisis e intención, fundamental para cualquier retrato fotográfico.
EL ESPACIO Y LA POSICIÓN
Para esta fotografía Annie Leibovitz ha situado al personaje dentro de una pequeña cabina de un coche estilo camioneta, en la que el cuerpo sentado del personaje ocupa todo el espacio, la posición de Clint Eastwood es abierta: Con una mano en el volante para conducir y dirigirse a su destino claro y decidido y la otra mano sobre el respaldo del acompañante, pero realmente no parece que haya espacio para nadie más.
EL VALOR DE LA IMAGEN
Se valora como obra, la que ha sido deliberadamente elegida para mostrar el valor de la moneda, el valor en el mercado de la imagen de un actor, director, productor, músico…. que pasará a la historia del cine como un creador con un sello indiscutible e identificable con facilidad, con el que acuña todo lo que hace. La fotógrafa, para captar este valor ha realizado un sinfín de obturaciones, pero solamente una es la perfecta.
ATREZZO, VESTUARIO, COLOR…
Clint Eastwood lleva una cazadora de piel dura, negra, de corte militar, matizada por la tonalidad gris acero de toda la composición. Cubre completamente su cuerpo y solo muestra su rostro, su gesto.
Parece identificarse o asociarse la textura con el alma e identidad del propio personaje, que protagonizó películas como tipo duro y solitario, como «Infierno de cobardes (1972)» y «Harry el sucio (1971)” o dirigió películas duras y herméticas sin espacio para el perdón o la ilusión como «Mystic River (2003)», «Million dollar baby (2004)» o «Sin Perdón (1992)» en las que lanza míticas frases lapidarias que subrayan la dureza de la vida cuando es necesaria un arma.
Los tonos elegidos dan texturas metálicas que, con matices, van unificando el exterior e interior de los elementos que se visualizan en la fotografía. Tonos que incluso nos pueden llegar a conectar con la profesión del padre, que era obrero metalúrgico, con la Guerra que vivió o con el cine negro que admira.
LA MIRADA DE CLINT EASTWOOD
Entre los grises acerados, Leibovitz capta lo que se revela fundamental en el ser humano: la piel y la mirada, y aquí Clint ofrece lo mejor de si mismo: Ha condensado en ellas toda la fuerza por la que se hace merecedor de la fotografía. Con el ceño fruncido y una piel que, con el paso de los años, ha tomado textura propia, Clint reta a quien le está mirando y consigue la fusión más importante de este trabajo: no sólo te está mirando Clint Eastwood de 84 años, te está mirando su personaje icónico.
Con este trabajo, Anne Leibovitz, está fundiendo el valor de dos marcas consolidadas, la suya, que en estos momentos es incontestable, y la de Clint que, ante un nuevo producto suyo en el mercado, quiere recordar la importancia de llamarse Eastwood.
Autora: Annie Leibovitz Actor: Clint Eastwood Año: 2014 Comentario/Crítica: GA & Kike Tejedor
Ficha técnica de la fotografía